“Pues todo el mundo es delante de ti como un grano de arena en la balanza y como una gota de rocío de la mañana, que cae sobre la tierra. Pero tienes piedad de todos, porque todo lo puedes” (Sb. 11, 23-24) ... “Porque para Dios nada es imposible” (Lc. 1, 37)
Omnipotencia. Muchos de los creyentes religiosos o los que en un momento seguimos una ideología teológica en específico debemos estar familiarizados con esta palabra, sin embargo, es adecuado precisar el significado de la misma. Según la amiga RAE (Real Academia Española), la omnipotencia es un adejtivo con dos acotaciones, "el que lo puede todo" (y esto solo atributo de Dios) y "el que puede muchísimo". Precisamente de lo anterior podemos hacernos una cuestión importante y polémica sobre esta atribución divina: ¿es Dios el que puede todo o simplemente el que puede muchísimo? Esta pregunta nace a partir de una antigua paradoja sobre la omnipotencia conocida a través de la historia como "la paradoja de la piedra", planteada de esta forma: ¿Puede un ser omnipotente crear una piedra tan pesada que ni él mismo pueda levantarla?
Cabe resaltar que, en mayoría, se aplica a las religiones abrahámicas (sean el cristianismo, el judaísmo, el islam) que consideran este atributo como parte fundamental de la figura de Dios.
Tratemos de buscar solución a la interrogante. Al ser "Dios" un ser completamente omnipotente puede hacer todo, por lo tanto Él puede crear una piedra que él mismo no pueda levantar; sin embargo, al crear este objeto a la vez estaría negando su omnipotencia pues, en efecto, el no podría levantar la piedra luego de ser creada. Tomado la otra alternativa, si Dios no pudiera crear esta roca simplemente no sería omnipotente en un sentido absoluto.
Ciertamente, la paradoja nos lleva únicamente a una contradicción lógica en la cual aparentemente podría negarse la omnipotencia, y en cierta manera, la existencia de "Dios". Muchos pensadores dieron opinión para tratar de buscar una solución coherente a la interrogante, logrando hipótesis favorables o adversas a la religión.
Comenzando por las posiciones que niegan la mentada omnipotencia divina, en opinión propia, Charles Hartshorne nos brinda la más interesante. Este filósofo estadounidense basá su premisa en una declaración de Platón sobre "ser es poder":
A favor de la escolástica, muchos grandes nombres pueden ser mencionados; pero, sin lugar a duda son dos los que sobresalen en favorecer a la corriente teológica: San Agustín de Hipona y Santo Tomás de Aquino.
San Agustín, en su obra "La Ciudad de Dios", nos deja una cita bastante interesante:
Santo Tomás, en su aporte, expresa que nada que implique una contradicción cae bajo la omnipotencia divina (como ejemplo, Dios no necesita crear un triágunlo circular porque recae en una contradición lógica innecesaria). El pensamiento escolástico con lo anterior como fundamento, entiende la omnipotencia divina compatible con ciertas limitaciones sobre el poder divino en lugar de implicar habilidades infinitas.
Conveniente es destacar la posición de René Descartes, el cual plantea a un Dios absolutamente omnipotente; es decir, "lo puede todo". De tal manera cualquier acción de Dios no esta limitada a las leyes de la lógica (por ser Él previo a ellas) como si lo esta nuestro pensamiento.
Por ahora, sólo podemos buscar planteamientos y teorías para explicar o no un atributo divino fundamental. Tenemos el libre albedrío de seguir el camino de la lógica o el de la fé, o buscar una síntesis entre ambos. En lo personal, creo en un ente omnipotente universal regido por las leyes metafísicas y racionales llamado Voluntad Humana, un elemento existente y renovador con el cual, tal vez en un momento no muy lejano, logre resolver y explicar el poder de "poder todo".
Cabe resaltar que, en mayoría, se aplica a las religiones abrahámicas (sean el cristianismo, el judaísmo, el islam) que consideran este atributo como parte fundamental de la figura de Dios.
Tratemos de buscar solución a la interrogante. Al ser "Dios" un ser completamente omnipotente puede hacer todo, por lo tanto Él puede crear una piedra que él mismo no pueda levantar; sin embargo, al crear este objeto a la vez estaría negando su omnipotencia pues, en efecto, el no podría levantar la piedra luego de ser creada. Tomado la otra alternativa, si Dios no pudiera crear esta roca simplemente no sería omnipotente en un sentido absoluto.

Comenzando por las posiciones que niegan la mentada omnipotencia divina, en opinión propia, Charles Hartshorne nos brinda la más interesante. Este filósofo estadounidense basá su premisa en una declaración de Platón sobre "ser es poder":
Mi idea podría ser que cualquier cosa que posee alguna clase de poder de afectar a otra o de ser afectada por otra, aunque sea sólo por un momento, por insignificante que sea la causa y por leve que sea el efecto, tiene existencia real; y yo sostengo que la definición de ser es simplemente poderDe esta forma, Hartshorne argumenta que si la existencia es poder, entonces de esta forma todos los seres tienen poder y así algún poder para resistir a Dios (ejemplo, crear una contradicción acerca de Él) debido a que la naturaleza de este mismo se basa en su perfección y su existencia. Así, si un ser puede resistirsele, en consecuencia no tiene poder absoluto. En efecto si decimos que Dios tiene poder abosulto, por el planteamiento anterior, también afirmamos que el no tiene un poder absoluto real.
A favor de la escolástica, muchos grandes nombres pueden ser mencionados; pero, sin lugar a duda son dos los que sobresalen en favorecer a la corriente teológica: San Agustín de Hipona y Santo Tomás de Aquino.
San Agustín, en su obra "La Ciudad de Dios", nos deja una cita bastante interesante:
"... pues se dice Todopoderoso haciendo lo que quiere y no padeciendo lo que no quiere; lo cual, si le sucediese, no sería Todopoderoso, y por lo mismo no puede algunas cosas, porque es Todopoderoso."Esto quiere expresar que Dios no puede en efecto realizar una acción o crear una situación que implique que Dios no es Dios.
Santo Tomás, en su aporte, expresa que nada que implique una contradicción cae bajo la omnipotencia divina (como ejemplo, Dios no necesita crear un triágunlo circular porque recae en una contradición lógica innecesaria). El pensamiento escolástico con lo anterior como fundamento, entiende la omnipotencia divina compatible con ciertas limitaciones sobre el poder divino en lugar de implicar habilidades infinitas.
Conveniente es destacar la posición de René Descartes, el cual plantea a un Dios absolutamente omnipotente; es decir, "lo puede todo". De tal manera cualquier acción de Dios no esta limitada a las leyes de la lógica (por ser Él previo a ellas) como si lo esta nuestro pensamiento.
Por ahora, sólo podemos buscar planteamientos y teorías para explicar o no un atributo divino fundamental. Tenemos el libre albedrío de seguir el camino de la lógica o el de la fé, o buscar una síntesis entre ambos. En lo personal, creo en un ente omnipotente universal regido por las leyes metafísicas y racionales llamado Voluntad Humana, un elemento existente y renovador con el cual, tal vez en un momento no muy lejano, logre resolver y explicar el poder de "poder todo".
0 OPINIONES: